No me estas haciendo caso de lo q te estoy diciendo,
quiero q recuerdes lo bien q me iba la vida sin ti.
Una vez prometiste q lo harías la ultima vez,
y no me valen los despistes aunque no te acuerdes bien...
Sabes q fue triste... y ahora estoy como antes,
ahora estoy como antes.
Sueños de revoluciones perdidas,
soñaste que tu algún día esto cambiarias.
Fue duro despertar y encontrarte con esto,
fue bonito pensar q todavía teníamos tiempo
para destruirte el cielo, todo roto para ti,
respirármelo entero y esperar a q vengas,
y esperar a q vengas... y esperar a q vengas
para ir donde yo quiero ir.
Para poder elegir la muerte q prefiero.
Juntos sobrevivir a aquel ultimo invierno,
juntos sobrevolar... y arrojar dinamita hacia el infierno,
sabiendo q es así nuestro final.
Quedando en sonreír, tengo un presentimiento:
q de repente despierto,
q por momentos me doy cuenta q en verdad
es mentira lo q siento.
Cara empapada y de rodillas sin querer
levantar la cabeza por joderte, comprender
q son ciudades las q no arden
como antes de volver.
Por dentro reventaré yo otra vez,
las piernas no me podrán sostener,
y mis suspiros se convierten en arcadas cada vez
q intento... volverme contigo
a recorrer las ruinas de este mundo q
parece q aun sigue conmigo y entonces,
entonces... arcadas otra vez, arcadas otra vez.
Ni bombas, ni columnas de humo,
ni victimas, ni columnas de humo,
ni bombas por los cielos, ni columnas de humo,
ni victimas, ni fuego, ni columnas de humo,
ni bombas por los cielos todo el rato para ti, ni columnas de humo,
ni victimas, ni fuego por los cielos, ni columnas de humo.
Después soñé q la luz ya nos perdía
y aquel día de repente desperté
dentro de una pesadilla
y cada noche siempre q dormía.
No he conseguido marcharme todavía.
Ni ruinas de cemento, ni un salto hacia el abismo,
la muerte q prefiero seguirá dentro de mi.
Y cada noche siempre q dormía,
solamente arcadas todavía...